De esta manera, frente a la rigurosidad y seriedad del planteamiento escénico del Grupo Machache, el desafío planteado, desde
mi perspectiva, a través de las artes visuales, era llevar una visión personal del Universo Beckett, que mantuviera el clima,
el concepto y la reflexión del pensamiento Beckettiano. Por lo tanto a partir de este reto, se comenzó investigando conceptualmente
el pensamiento de Samuel Beckett en general, y de las distintas obras representadas en particular, esto generó un sinfín de
imágenes con los personajes, las escenografias, y la iluminación particular de cada puesta, pero sin respetar implícitamente,
la puesta escénica del grupo Macache, ni la linealidad del texto, sino intentando generar puestas visuales, que sirvieran
a mi propósito artístico y mi búsqueda estética a partir de la influencia del universo Beckettiano, en mi persona.
Los actores sin abandonar la piel del personaje, y en muchos casos repitiendo fragmentos de textos, se sometían ante mi
cámara, que como testigo único y privilegiado, intentaba desde adentro, influido por el espíritu mismo de la representación,
captar ese torrente de sentidos.
Una vez con las imágenes en mi cámara, la labor estética, de mi trabajo, comenzaba en la oscuridad del laboratorio, allí,
imprimía, escribía, rayaba, pensaba, fragmentos de textos que quedaban como eco en mi cabeza, sobre la emulsion fotografica,
que como en un escenario magico, confluian y se creaban climas y escencas de profunda potencia simbolica.
Las imágenes se sumaban, cargadas de energía y sentido. Y a partir de allí, el montaje estético plástico de la obra:
el soporte escogid: el frío acero, - frío como la muerte
Imágenes escritas, rayadas, manipuladas, fragmentos de textos en papel, líneas, que limitaban, cortaban, acotaban un universo
ya en sí mismo cerrado, oscuro, denso, cargado de sentidos,
Todos estos elementos, fueron configurando un conjunto de obras, cerradas, pero abierta a multiplicidada de sentidos,
con una impronta ineludible, la de la exploración de la radical soledad y el desamparo de la existencia humana, a través de
la drástica reducción del argumento y los personajes reducidos a su mínima expresión.
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